Alegría y
gran fervor religiosos, eso es lo que se observó en las calles de Managua,
donde fieles católicos celebraron, el domingo de resurrección o domingo de
pascua, con la procesión del encuentro.
En ésta,
procesión del encuentro, la última de la semana santa o semana mayor, un grupo de personas llevan la imagen de la
Virgen y se encuentran con otro grupo de personas que llevan la imagen de Jesús
resucitado, como símbolo de la alegría de ver vivo al Señor.
“Esta procesión lo
que simboliza es la alegría y nuestra conversión, cristo se reencuentra con la
mujer que le dio la vida María. El darnos cuenta que cristo ha resucitado nos
hace sentirnos liberados por el pecado, ahora el llamado es a resucitar con él,
dejando atrás el pecado” Expreso el padre Julio Arana, párroco de la iglesia
San Judas Tadeo.
Es algo
tradicional que los varones carguen a Jesús y lo acompañen en el camino a sus
discípulos y su madre y las mujeres carguen a María y la acompañen en este
encuentro, desesperada por ver de nuevo al hijo de sus entrañas.
Otra de las
costumbres es que hay intercesores en este encuentro estos son los ángeles,
quienes acompañan ambas imágenes y revelan la búsqueda de ambos, ellos son lo
que logran sea más rápido el encuentro y venga la alegría a todos los fieles
católicos.
“Hemos venido
esperando este momento desde el inicio del sufrimiento con la cuaresma, así que
esto es todo un proceso. Del paso de la muerte a la vida ya que eso significa
la pascua” comento, Rosalba Berrios, feligrés católico.
“Tenemos tantas
celebraciones bellas que lo que hacen es prepararnos para este momento de
alegría. Intento en este tiempo de pascua resucitar con cristo, eso es algo
difícil porque para lograrlo debes librarte del pecado y eso es difícil, porque
la vida de todo cristiano es la de un boxeador, a veces logramos noquear, a
veces el pecados nos vence y humilla” enfatizo, Carlos Torres, feligrés
católico de la parroquia San Judas Tadeo.
El domingo de
Resurrección o de Pascua es la fiesta más importante para todos los católicos,
ya que con la Resurrección de Jesús es cuando adquiere sentido toda nuestra
religión.
La Resurrección
de Jesús es un hecho histórico, cuyas pruebas entre otras, son el sepulcro
vacío y las numerosas apariciones de Jesucristo a sus apóstoles. Cuando celebramos la Resurrección
de Cristo, estamos celebrando también nuestra propia liberación. Celebramos la
derrota del pecado y de la muerte.
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