Las estadísticas parecen evidentes. La evolución del mundo digital en nuestras vidas con un hábito tan sencillo y cotidiano en otras épocas, como la de escribir cartas, que nos han servido para comunicarnos y decirnos tantas cosas que no podemos decir en persona, desde el condenado en una prisión que enviaba cartas a sus familiares para saber que está bien.
También la persona que envía saludos a sus familiares en Nicaragua, cuando está a miles de kilómetros en otro país, incluso el joven enamorado que no encuentra palabras para declarar su amor a una joven, decidía hacerlo por una carta y expresarle todos sus sentimientos.
Las cartas manuscritas, sobre un bonito papel, elegido cuidadosamente y cariñosamente, con trazo de caligrafía, dobladas luego con toda la dedicación del mundo y puestas en un sobre para ser enviadas por Correos, se ha extinguido en Nicaragua a causa del correo electrónico, donde solo necesitas una computadora o un celular, abrir tu cuenta de Gmail o Yahoo, no someterte a cometer errores ortográficos porque la PC los corrige todos y unas cuantas palabras escritas porque entre más corto sea el mensaje más entendible será para el destinatario.
En 2006 se enviaban 183,000 millones de e-mails por día y en abril de 2014 se contabilizó 300 mil millones de e-mails por día, es decir aumento en un 61.0 %, equivalente a seis e-mails más por día, según las estadísticas de la Unión Postal Universal (UPU).
Los jóvenes no parecen conocer ya la antigua costumbre de elegir papel e inspirarse de la escritura para comunicarse con un pariente lejano, un amigo, la pareja. Tomaré la cita de la canción “Amarte a la antigua” de Pedro Fernández: “Hoy ya no se escriben cartas para enamorarse, ahora se mandan solo mails, ¿dónde ha quedado aquel romance?”.
Correos de Nicaragua es la única empresa postal en nuestro país y ellos no entregan ninguna carta de felicitación, carta de algún familiar fuera del país y mucho menos una carta romántica, sino más bien lo que entregan es publicidad, recibos de deudas del hogar como la luz, información sobre cuentas bancarias, trámites burocráticos y en sus oficinas también se puede retirar remesas de familiares que viven en otro país.
El papel mensajero de buena y malas noticias, portadora de millones de emociones, se ha transformado en un simple “clic”, con el envío del correo electrónico. Aprovechar esta tecnología es lo mejor que podemos hacer, pero sin exceso, como si fuera alcohol o cigarrillos, todo con medida.
